viernes, julio 28, 2006

Cómo guardar un piano, o unos esquíes, en 29m2

Actualmente estamos realizando una remodelación en una casa de 29m2. Es la primera vez que reformamos una casa tan pequeña y tengo que reconocer que está resultando todo un reto. A menos metros más dificultad.

El edificio, en un barrio muy bueno de Madrid, tiene su encanto. Es una especie de corrala, con patios, corredores con barandilla y plantas, pero no tan antiguo como las construcciones similares del centro. Tiene siete pisos y treinta viviendas por planta, todos más o menos de la misma superficie. En total, muchísimos vecinos, la mayoría personas ya muy mayores y otros jóvenes profesionales en las casas que ya se han vendido (ahora mismo hay 8 reformas en el edificio).
En su origen, las casas tenían –en ese pequeño espacio- nada menos que dos dormitorios, una salita en la entrada, una cocina y un baño de 80 cm de ancho.

A nosotros ahora nos puede parecer increíble pero entonces la vida era muy diferente. La gente tenía muy escasas pertenencias, los niños jugaban en la calle, los abuelos tomaban el fresco en los corredores y el concepto de salón no existía porque no había televisión y la gente salía a pasear todos los días. Nunca ha habido sillones en las casas humildes. Era suficiente con una mesa y 4 sillas que lo mismo servían para hacer las planas del colegio, que para coser y escuchar la radio, jugar a las cartas, comer y cenar.
Ahora, de nuevo ante la escasez de metros, decimos multiplicidad de funciones, espacios multidisciplinares, trabajar con el tiempo en lugar de con el espacio ..., pero en realidad es lo mismo. ¿Será también una vuelta a los orígenes?.

Bueno, pues aunque todo se ha pensado en ese concepto de múltiples usos os juro que ha resultado complicadisimo sacar espacio para colocar los esquís y los cascos de las motos (va a quedar estupendo, pondremos las fotos en Flickr cuando acabemos).

Todo esto me ha recordado un artículo que leí hace unos meses en el portal de emprendedoras, con el que me reí bastante. En ese caso el problema era guardar el piano. Espero que a vosotros os haga pasar también un rato estupendo. Que estamos en verano y hay que tomarse las cosas con filosofía.
Divertiros mucho los que os vais de vacaciones.