martes, enero 31, 2006

Reality de reformas. Aviso a psicólogos, productores y guionistas

Os hablaba en mi post anterior del programa Oído Cocina. Tenía interés en ver que decían de las reformas de interior que se van a realizar en el Restaurante elegido. Pues nada, una decepción. El minuto que le correspondía lo dedicaron a hablar de colores y tejidos. Dios mío, con lo que daría esto de sí.
No sólo en cuanto a las fases de realización: toma de necesidades, proyectos previos, presentación al cliente, elección de la opción, puesta en marcha, ejecución... cambios.
Sino y sobre todo, en cuanto a los aspectos psicológicos. Lo he comentado muchas veces con mi amiga y compañera empresaria Carmen Molinero, excelente psicóloga clínica. Entramos en parcelas muy privadas, tu casa, tu refugio, tus gustos, tus motivaciones y se generan situaciones francamente complicadas. Seguro que recordais ese famoso estudio que compara el estrés que produce una reforma a la muerte de un ser querido.

A veces comentamos que podemos comparar el proceso de una obra al de un matrimonio. Empezamos con el cortejo previo (búsqueda y petición de presupuestos), pasamos al enamoramiento (elección de la empresa) y al matrimonio (ejecución). Después empieza lo más complicado: vivir juntos. La fase de luna de miel, que coincide con el principio de la obra cuando todo va muy rápido, da lugar a los primeros encontronazos cuando todo parece ralentizarse más. Si no ponemos todos de nuestra parte puede dar lugar al divorcio. Finalmente, cuando ya ha transcurrido un tiempo desde el alejamiento, pensamos que no todo fue tan malo.

En definitiva, es un tema estupendo para una tesis psicológica y creo que se podría hacer un reality que arrasaría en audiencia. Estoy a vuestra disposición.

3 Comments:

Blogger pepe said...

Je, je, je... Mi experiencia dice que cualquier proyecto que, primeramente quieras vender y, que segundamente cosnigas vender sigue ese mismo proceso que has descrito. Y yo no me dedico a las reformas. Además una vez vendido el proyecto entras , o al menos eso me pasa a mi, en la etapa de obligación moral, esto es te sientes repsonsable de lo que pueda pasar aunque ello no dependa de ti: "Ya que confiaron en mi, no puedo menos que ser agradecido" Llegado a ese punto estás perdido. Harán de ti lo que quieran.

9:20 p. m.  
Blogger sara peláez said...

Me alegra compartir penalidades con otros sectores.
Me acaba de llamar una señora que reformó con nosotros un piso para alquilar hace más de dos años. Como se empeñó en no poner mampara en la ducha para gastar menos se han producido filtraciones en el piso inferior. Esto no tiene nada que ver con la instalación, que está perfecta, y el seguro no se hace cargo porque lo considera defecto de mantenimiento...
Iré claro, estoy obligada moralmente.

9:54 a. m.  
Blogger sara peláez said...

He vuelto a leer mi comentario y creo que he dicho "penalidades" porque en ese momento estaba enfadada conmigo misma por haberme dejado chantajear de nuevo.
De verdad, me gusta lo que hago. Así que fuera "penalidades" dejémoslo en ¿"vicisitudes"?

9:45 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home