Una postal desde Cannes y otras pequeñas recompensas
A veces, muy pocas, este trabajo también tiene sus recompensas. Después de todos los esfuerzos y el coste psicológico que, para las dos partes, supone una reforma, se agradece infinitamente que un cliente, después de cuatro años, se siga acordando (bien) de tí y te envíe cada verano una postal desde la Costa Azul. Gracias Mª Luisa.
También como bloguera he tenido recientemente otras dos pequeñas alegrías. La mención de este blog en ecuaderno, en la categoría de innovación y, nada menos, que al lado de jesus encinar y tecnorantes. Gracias José Luis.
Y la resolución del enigma del significado de la palabra negligir ¡¡Alguien lee las entradas antiguas!!. Gracias anónimo.
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